
Los signos de puntuación ayudan al lector a identificar el modo de entonación y marcar las pausas necesarias para comprender el texto. Entonces, los dos puntos, ¿cuándo se utilizan?
Es conveniente saber en qué lugar del texto se deben colocar los dos puntos y no utilizarlos a la ligera. Al igual que la coma, el punto y coma, los puntos suspensivos, las interrogaciones, etc., los dos puntos permiten articular el texto de una forma muy precisa. La entonación y las pausas necesarias para comprender un texto vienen determinadas por la pericia con la que se distribuyen los signos de puntuación.
Funciones principales de los dos puntos
Los dos puntos deben escribirse pegados a la palabra o signo que les precede y, a la vez, separados por un espacio de los que le siguen. Por ejemplo: «Cosas que me gustan: comer y dormir», no «Cosas que me gustan : comer y dormir».
Según la Real Academia Española, la pausa de los dos puntos es mayor que la de la coma y menor que la del punto. Su uso constituye una llamada de atención sobre la frase que sigue, marcando una relación muy estrecha con el texto previo.
¿Sabes de dónde vienen los dos puntos? Al parecer, este signo derivó del punctus elevatus, un punto y coma invertido que era el equivalente medieval de los dos puntos. Su origen se encuentra en la notación musical de los cantos gregorianos.
Estas son las funciones principales de los dos puntos:
· Introducen una enumeración explicativa. Por ejemplo: «Añade esto a la lista de la compra: pan, huevos, tomates y pescado».
· Cierran una enumeración y agregan el concepto que la determina. Por ejemplo: «Budapest, Cracovia y Turín: mis ciudades favoritas» o «Música, galletas de chocolate, libros: no necesito nada más».
· Anteceden las citas textuales, las cuales deben iniciarse en mayúscula y entrecomillarse. Por ejemplo: «Shakespeare escribió: “Ser o no ser”» o «El presentador del tiempo, Roberto Brasero: “Hace frío hoy”».
· En documentos y cartas, separan el asunto o saludo del cuerpo. Le sigue el texto en línea aparte y con mayúscula inicial. Por ejemplo: «Estimado José: / Espero que esta siga siendo tu dirección».
· Segregan una ejemplificación del resto de la oración. «Por ejemplo: este ejemplo».
Otros usos de los dos puntos
Estas funciones de los dos puntos están más vinculadas con lo literario y lo administrativo:
· Marcar una pausa enfática, normalmente después de expresiones de tipo introductorio. Por ejemplo: «Se acercaba el invierno: las aves ya lo sabían» o «Te dejo el todoterreno, ahora bien: cuidadito». En casi todos estos casos, los dos puntos pueden reemplazarse por una coma. La diferencia entre uno y otro signo lo establece el énfasis y expectación que provocan los dos puntos, por eso es recomendable no abusar de este recurso.
· Conectar oraciones relacionadas entre sí. Este tipo de oraciones pueden ser de causa-efecto, de conclusión, de consecuencia, de síntesis, de verificación o de explicación. Por ejemplo: «Tengo frío: ¿puedes darme una manta?» o «En efecto: dos por dos son cuatro».
· En títulos y epígrafes, dividen el concepto general del aspecto parcial que será abordado. Por ejemplo: «La peste negra: Cronología de su percepción en el siglo XX». En los cuerpos de texto, los dos puntos pueden separar un epígrafe de su desarrollo cuando este continúa en la misma línea.
· En textos jurídicos y administrativos, los dos puntos se usan después del verbo que marca el objetivo fundamental del documento, el cual se escribe en mayúsculas. En este caso, el texto que le sigue debe llevar mayúscula inicial y escribirse en renglón aparte. Es la única forma de compatibilidad entre los dos puntos y la conjunción subordinante que.
El matiz literario de los dos puntos, ¡atención!: se precisa de una avanzada comprensión lectora para discernir en qué momentos, por ejemplo, pueden causar mayor énfasis o expectación. Si estás escribiendo un texto y quieres impresionar a tus lectores con tu dominio de los signos de puntuación, quizás pueda echarte una mano.
Usos no lingüísticos de los dos puntos
Los dos puntos, ¿cuándo se utilizan en situaciones no lingüísticas? Los podemos encontrar de dos maneras:
· En expresiones temporales, para separar las horas de los minutos y estos de los segundos. Por ejemplo: «A las 7:10 sonará el despertador» o «Son exactamente las 22:45:00».
· En expresiones matemáticas, para referir a una división. En este último caso, deben escribirse con un espacio de separación entre las cifras colindantes, y pueden sustituirse por una barra. Por ejemplo: «12 : 4 = 3» o «12 / 4 = 3».
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